Ritos Religiosos de la Iglesia Adventista

Muchos siempre se preguntan cuáles son nuestras prácticas de fe, si tenemos alguna ceremonia, si hacemos alguna actividad especial.

Les contaré que solo tenemos tres prácticas de este tipo, que son las que realizamos porque es un Mandato Bíblico. Estas son:

1.       El Bautismo: Es la ceremonia principal y es necesario para pertenecer a la Iglesia. Es una expresión pública de fe y conversión interior, y simboliza la unión con Cristo y la muerte al YO.

El bautismo se realiza por inmersión:

“Entonces Jesús vino a Galilea, a Juan, al (Río) Jordán, para ser bautizado por él.

Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua…” (Mateos 3: 13, 16)

El bautismo solo se realiza a personas que tienen edad suficiente para discernir entre lo bueno y lo malo, y por decisión propia.

“Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua y dijo el eunuco: ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Felipe dijo: si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo dijo. Creo que Jesucristo es el hijo de Dios.

Y mandó parar el carro y descendieron ellos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hechos 8: 36 - 38)

2.       El Lavamiento de los Pies o Rito de Humildad: Este rito siempre precede a la Santa Cena y se realiza en memoria del ejemplo de humildad que nos dejo Cristo.

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13: 14 - 15)

3.       La Cena del Señor o Santa cena: Esta se celebra una vez cada tres meses (final de un trimestre) o en ocasiones especiales (Semana Santa o víspera de Navidad).

Al compartir el pan y el vino sin fermentar, pensamos en Cristo y entramos en comunión con Él para fortalecernos y continuar con nuestro desarrollo espiritual.

“Y tomo el pan y dió gracias, y lo partió y les dió, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mi.

De igual manera, después que hubo cenado, tomo la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22: 19 - 20)

Previo a asistir a ésta ceremonia se nos recomienda hacer un auto-análisis para reconocer nuestras faltas, arrepentirnos y pedir perdón a Dios, algo parecido a lo que los católicos hacen cuando reciben la comunión.

A parte de éstos, se realizan dos más, uno de ellos es la dedicación de los niños y la unción de los enfermos.

·         La Dedicación de los Niños: Esta es una ceremonia que figura en toda la Biblia, desde el antiguo testamento. Los padres llevan a sus hijos a la iglesia, de días de nacidos o cuando ellos estimen conveniente, y en una pequeña y sencilla oración con el Pastor (o dirigente de la iglesia), se comprometen a guiar al niño por los caminos de Dios, pidiendo su ayuda para tal fin. OJO no es lo mismo que el bautismo católico a los niños.

“Yo, pues, lo dedico a Jehová, todos los días que viva será de Jehová” (1 Samuel 1: 28)

“Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarlo al Señor…” (Lucas 2: 22)

·         La Unción de los enfermos: Esta práctica se realiza solo cuando alguien no puede bautizarse por razones de enfermedad. Es decir, cree en Dios y en lo que la iglesia enseña, pero está privado de sus facultades para poder ir a la iglesia a bautizarse por inmersión.

Es en ese momento que el Pastor y otros miembros de iglesia van a su casa o al hospital, le preguntan si creen en Dios y si desea ser bautizado y finalmente lo ungen con aceite.

Esta práctica se la realizaron al Papá de mi abuelita antes de su fallecimiento.