martes, 1 de enero de 2013

Tema Extra: En el Principio del Principio


Hola  todos: 

Como verán, he agregado esta nota extra, ya que este trimestre en las lecciones para la Escuela Sabática, nos toca estudiar sobre "Los Orígenes", un tema que considero bastante interesante y da mucho de qué hablar. Espero se tomen un tiempo para leerlo, es un tema que como expliqué, nosotros lo vamos desarrollando más a fondo, pero estas primeras notas en verdad me encantaron, por eso las comparto con ustedes!

Creo que son notas a considerar para cualquier personas que crea en la Creación (como la religión católica), y para saber que no puedes primero creer/ aceptar que eres producto de la evolución y luego decir que crees en Dios.


Abre la Biblia en el primer libro, primer capítulo, primera línea. Nota: no dice nada sobre la muerte de Cristo por nuestros pecados, nada acerca de su Segunda Venida, nada de su resurrección corporal del sepulcro. No dice nada sobre el estado de los muertos, el Día de la Expiación o, incluso, acerca del sábado del séptimo día.

Las primeras palabras de la Biblia no hablan de esas enseñanzas porque ellas, y las verdades asociadas con ellas, no tienen sentido separadas de lo que afirman las primeras palabras de la Biblia, es decir: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.

La creación es la verdad fundamental de las Escrituras. Todas las demás enseñanzas bíblicas – la Encarnación, la Cruz, la Segunda Venida y también toda otra enseñanza de la bíblica – están fundadas sobre la verdad de que nuestro mundo fue creado por Dios.

Por esto, la creación aparece no solo en las páginas iniciales de la Biblia, sino en los primeros cinco libros de Moisés (Génesis, Éxodo, Levíticos, Números y Deuteronomio), en los Profetas, en los Salmos, en los Evangelios,  en las Epístolas,  en Hechos y en Apocalipsis. Y, en casi todos los casos, el contexto teológico demanda que sea tomada literalmente.

Por ejemplo, Pablo escribió que “Reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aún en los que no pecaron a la manera de transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir” (Romanos 5: 14). Pablo no sólo vincula un Adán literal a un Jesús literal, sino que su contexto une ese vínculo al *Plan de la Salvación, una doctrina vital que entendemos en el sentido más literal también: somos seres caídos que afrontamos la destrucción eterna o la vida eterna ¡Literalmente!

*Plan de la Salvación: El cual se lleva a cabo con la muerte de Cristo, para perdón de nuestros pecados. Nuestra salvación está en creer en esa muerte en nuestro favor. (si se desea, leer Romanos 5)

Y aquí está Jesús mismo citando Génesis 1 y 2: “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son más dos, sino una sola carne”. (Mateo 19: 4 - 6)

Si Jesús aceptó y enseñó el informe de la creación como literal ¿Cómo pueden, quienes pretenden ser sus seguidores hacer otra cosa?

Nuestro nombre mismo, Adventistas del Séptimo Día, da un testimonio directo a favor de una creación de seis días. Aunque algunas voces pueden instarnos a incorporar el evolucionismo a nuestra teología, el Adventismo del Séptimo Día y el Darwinismo son completamente contradictorios. Lógicamente, uno no puede sostener ambos puntos de vista al mismo tiempo.

Se ahonda en la doctrina de la creación como se presenta en Génesis 1 y 2 y exploran sus implicaciones para muchas de nuestras creencias, incluyendo La Moralidad, El Pecado, El Matrimonio, y otras. Aunque trabajamos bajo la premisa de que la historia es literal, se muestra una y otra vez, cómo el mensaje central de la Biblia está edificado sobre la verdad histórica del Informe de la Creación.

Toma, por ejemplo, el evangelio. De acuerdo con la Escritura, los humanos fueron creados mejores de lo que son ahora (a imagen y semejanza de Dios, osea, perfectos). Jesús vino para rescatarnos de la muerte producida por el pecado de Adán y Eva. Sin embargo, en un modelo evolucionista, Dios se habría encarnado en un mono antropomorfo, creado por medio del maligno y doloroso ciclo asesino de la selección natural, para abolir la muerte, “el postrer enemigo” (1 Corintios 15: 26). Pero ¿Cómo podría la muerte ser el “enemigo” si hubiera sido uno de los medios escogidos por Dios para crear a los humanos, según el evolucionismo? Dios tendría que haber gastado mucho Homo erectus, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis que murieran para obtener finalmente uno a su propia imagen (Homo sapiens). Si el evolucionismo fuera cierto, entonces Jesús hubiera venido para salvar a la humanidad del proceso que Dios había usado para crearla en primer lugar.

Podemos ver aquí que mezclar las verdades bíblicas con conceptos no bíblicos, genera absurdos que deberían ser de preocupación al buscador honesto de la verdad. Veremos aún más razones por las que una creación literal en seis días es esencial para todo lo que creemos, y por qué el comprometer el evolucionismo es socavar la base del evangelio y las enseñanzas que nos hacen lo que somos.

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