jueves, 1 de noviembre de 2012

Lo que la Biblia enseña sobre… Plan de Dios Para el Sostenimiento de la Iglesia


 Todo Pertenece a Dios

1.       ¿A quién pertenece el universo?

De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en el habitan” (Salmos 24: 1)

2.       ¿Qué enormes riquezas posee Dios?

Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los Ejércitos” (Hageo 2: 8)

3.       ¿Gracias a quien obtenemos nuestros bienes?

“Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
Y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque El te da el poder para hacer las riquezas…” (Deuteronomio 8: 11, 17 - 18)

La Parte que Corresponde a Dios

4.       ¿Qué proporción de nuestros ingresos pertenece a Dios?

“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los arboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová” (Levíticos 27: 30, 32)


5.       ¿De cuánto tenemos que dar el diezmo?

“… Y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti” (Génesis 28: 22)

6.       ¿Para qué se emplea el diezmo?

“¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?
Así también ordeno el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Corintios 9: 13 - 14)
  
7.       ¿Qué maravillosa bendición promete Dios?

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los Ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3: 10)

Hola a todos:

El tema que tocaré hoy es bastante delicado, así que trataré de aclarar todas las dudas que me sean posibles, y como siempre espero sus preguntas.

Muchas veces he escuchado a gente decir que “Los pastores de tal o cual iglesia son unos mantenidos” – “Dan el diezmo para mantener a los pastores” – “A las justas tienen para comer y están dado el diezmo” y otras tantas cosas que, para gente ignorante en las escrituras, son afirmaciones con bastante sentido.

Incluso a raíz de esto, mucha gente ha hecho mofas sobre Dios, diciendo que “Dios quiere dinero” y así menguando poco a poco durante muchos años la Fe de las personas que carecen de conocimientos para explicar el porqué dan los diezmos y las ofrendas.

Si bien es cierto que hay gente inescrupulosa que se aprovecha de la Fe para su propio beneficio, no debemos de meter a todos en un mismo saco ¿no creen?

Todo lo expresado hoy en este post está relacionado a la Iglesia Adventista. No sé como sea el manejo de este tema en otras denominaciones, si pueden ayudarme y culturizarme al respecto, chévere!!! Dicho esto, empecemos…

Desde que se creó la humanidad ha existido siempre una parte de todo lo que tenemos que le corresponde a Dios. En un principio aun no era conocido como Diezmo, sino que se acostumbrada agradecer a Dios presentando una ofrenda con las primicias de lo que se tenía, si eras labrador, lo primero de tus cosechas, si criabas ovejas, la mejor de ellas, y así por el estilo.

“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
Y Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas…” (Génesis 4: 3 – 4)

La primera vez que se usa la palabra diezmo como tal, es en Génesis 14: 20. La palabra diezmo se refiere a una décima parte de algo. Es la décima parte que le devolvemos a Dios, recordando que todo le pertenece y que gracias a Él nos es posible tener lo que tenemos.

El uso de los diezmos se ve más claramente en el libro de Levíticos. Enterémonos antes de un poco de historia:

Al ser liberado el pueblo de Israel de Egipto, estos se dividieron, mas adelante en la historia, en lo que se conoce como Las Doce Tribus de Israel. Entre estas tribus, la tribu de Leví fue escogida por Dios para ministrar el servicio del Santuario Terrenal (que se podría decir en ese tiempo era el templo en el desierto donde estaba la presencia de Dios).

Ya que ellos sólo se dedicaban a ese ministerio, Dios dispone que los diezmos del pueblo sean para el sostenimiento (o si quieren llamarlo mantención) de esa tribu de sacerdotes.

Más adelante, ya en el nuevo testamento, en relación a los discípulos, Jesús les indica lo siguiente:

“Y yendo, predicad diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en nuestros cintos;
Ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. (Mateo 10: 7 – 10)

Esta es la misma figura que con el pueblo de Leví en la antigüedad.

En este pasaje Jesús les indica a sus discípulos que ellos solo tenían que vivir para predicar y hacer la obra que se les había encomendado, no hacer ninguna otra cosa en ese momento. Las personas creyentes y las iglesias que estuvieran en condición de ayudarles, les proveerían de comida y hospedaje.

La misma figura se presenta en la actualidad. Nuestra iglesia tiene pastores que son designados para dirigir a una iglesia, ellos se dedican solo a esa actividad y a nada más. Van a visitar a los feligreses si pasan por algún momento difícil, visitan hospitales, predican y se dedican a preparar a otras personas para pertenecer a la iglesia, etc. Es por eso que Jesús dice:

“… El obrero es digno de su salario” (Lucas 10: 7)

Todo lo anteriormente mencionado, fue referente a los diezmos, los diezmos son algo que le corresponde a Dios y es para el sostenimiento de la obra de evangelización. Las ofrendas son una cuestión aparte.
Nuestra dadivosidad se mide por las ofrendas. Y de seguro están pensando que esto sí suena a sacar dinero…

Las ofrendas que damos en la Escuela Sabática, se destinan para la extensión del evangelio en las misiones extranjeras (Pueden volver a consultar el tema “Organización de la Iglesia Adventista”).

Las ofrendas que damos en el Culto Divino, son para los gastos de nuestra propia iglesia.

En algunos casos también se dan ofrendas para proyectos especiales relacionados a nuestra propia iglesia o para algún proyecto de ayuda a la comunidad.

Dejando en claro que a la gente no se le engaña diciendo cosas como “Si das mas ofrenda recibirás mas bendiciones” o cosas por el estilo; creo que ya sabemos todos que las cosas no funcionan así. Pero si tenemos que dar con corazón alegre, no pensando que la gente nos va a “admirar más” o solo para vanagloriarnos nosotros mismos.

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9: 7)

Notas a manera de curiosidad/ cultura general:

En la Iglesia Adventista, los diezmos son entregados por los feligreses durante la hora de la reunión central, conocida como Culto Divino o Culto de Adoración.

Los diezmos se entregan en un sobre cerrado, que tiene dentro una hojita en la cual se llena el nombre de la persona que entrega los diezmos y la cantidad que se está entregando.

Todo esto es necesario para mantener un orden, ya que los diezmos no quedan en cada una de las iglesias, sino que se envían a la Asociación central (como en toda empresa grande, si se puede decir) y de allí son distribuidos. Los sobres son devueltos después de una o dos semanas junto con un recibo que hace constar que fueron entregados en el departamento de tesorería.



Este sistema no lo tiene ninguna otra iglesia, y asegura que los diezmos no han sido “agarrados” por cualquier persona sino que están donde tiene que estar.

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